J.V.M. – Quartell
Los Reyes Magos, acordes con la normativa sanitaria vigente, llegaron también a Quartell este año, en la noche del día 5 de enero, portando cada uno la preceptiva mascarilla, montados en sus caballos para recorrer las calles del municipio y pudieran ser vistos por los niños y niñas desde sus casas, aunque no pudieron acercarse a sus Majestades ni tocarles ni besarles, debido a los protocolos sanitarios.
«OJalá sea este el único año en que se lleguen portado la mascarilla», comentaba un testigo presente en la recepción.
A las 18´30, los reyes Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron al pórtico del templo parroquial, donde fueron recibidos, por el cura párroco, Guillermo Carrasco, y sus colaboradores. Allí rindieron la salutación de homenaje al niño Jesús, y volvieron al recinto de la plaza de España, desde donde iniciaron el recorrido por las calles de la población, con un reducido séquito de guía y protección.
Un breve disparo de bengalas y fuegos de artificio sirvieron para alertar a los vecinos del paso de los Reyes Magos en cuyo recorrido invirtieron algo más de una hora. Este año, por tanto, se suprimió el reparto personalizado de los reyes a los niños y el desfile de los vehículos portadores de las cajas y los paquetes con los juguetes y regalos más añorados, que tuvieron que ser depositados, mágicamente, en los respectivos domicilios durante el resto de la jornada, sin que nadie los viera, porque hubo que respetar el toque de queda.
Todo ocurrió, en una tarde gélida, con sencillez y austeridad debido a las circunstancias reinantes, lo que quedará como un dato histórico para que, dentro de algunos años, se pueda rememorar la excepcional celebración de la fiesta de la Epifanía.